De tí depende la felicidad, no culpes a los otros ni a Dios si eres infeliz. Sigue estos consejos y reflexiona sobre ellos para que te ayuden a cambiar esas ideas limitantes, esas ideas que no te ayudan a crecer ni personalmente, ni profesionalmente, ni espiritualmente.
Hay que levantarse y acostarse agradecidos. Crea y promueve momentos placenteros para ti y para quienes amas.
La vida no puede ser solo trabajo, tus hijos necesitan de tu tiempo, también tu pareja, familiares, comunidad esclesiástica y amigos.
Cuida tu trabajo, tu imagen personal y profesional, y si no te gusta tu trabajo, prepárate, busca las oportunidades, ve tras de ellas con audacia, pero sin competencia negativa, sin egoísmo.
No te sientas amenazado, no pienses que hay algunos que te quieren hacer daño o sienten envidia por ti. Esto pasa con las personas que no tienen un buen nivel de Autoestima ni de Inteligencia Emocional, que no saben manejar sus frustraciones y emociones. Solo tu eres el único que puede permitir que otros te hagan daño y espero que tengas siempre la respuesta inteligente y actitud positiva para no permitirlo.
Enfócate en tus talentos, en las personas que te quieren y no en las personas que te rechazan.
Perdónate a ti mismo, perdona a los demás, esto significa no hacerles daño y orar por ellos.
Todo problema tiene solución, sino, no es problema. En vez de preocuparte, ocúpate y resuelve. Encuentre el sentido a tu vida, busca lo que te apasiona. La felicidad depende del sentido que le des a la vida, de tu actitud ante los problemas, situaciones, cosas, personas. Es muy importante para tu crecimiento personal y profesional poner en práctica tus talentos. Por eso enfócate en las decisiones que te sumarán y no te restarán en felicidad.
Recuerda mi eslogan: “No sueñes tu vida, vive y disfruta tus sueños”.
Jeannine Palacios González
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