Estás a tiempo de ser buen padre o madre

Los hijos e hijas son para los padres y madres el mayor tesoro. Es cierto que existen algunas excepciones, sobre todo en aquellos padres o madres que solo piensan en ellos de manera muy egoísta, sienten muchas veces que son un estorbo.

Nunca se me olvida una vez que mi hijo mayor me contó la historia de que el padre de un amigo de su colegio cuando estaba adolescente le dijo a su hijo: “Eres lo peor que me ha pasado en la vida”. Cuando escuché eso, me dije a mi misma, qué horror! Pero bueno, esas cosas pasan y hay diversas causas. Algunas veces sucede porque el embarazo no fue planificado, porque hay ataduras, y los padres vienen de familias disfuncionales, en donde hubo mucho maltrato físico y psicológico y lo que hacen es repetir esos patrones de conducta.

Si hay un padre o una madre que se encuentra en esta situación, creo que es el momento de aceptar la realidad, tus hijos no te pidieron traerlos al mundo, tú los trajiste, son criaturas de Dios, tienes que cuidarlos, ser responsable con ellos, darles un buen ejemplo y sobre todo amarlos incondicionalmente, aceptándolos tales y como son. Si no haces esto, ellos van a repetir el mismo patrón a futuro cuando tengan sus propios hijos.

El amor no nace de la nada, el amor nace cuando se establecen relaciones, cuando hay comunicación entre las personas, parejas, hijos, familia, amigos. Cuando esa relación es saludable, en donde existe respeto, aceptación, empatía, consideración, unidad, trabajo en equipo, autoridad por parte de los padres cuando establecen reglas necesarias, pero estas son negociadas no impuestas, o establecidas haciéndole ver a los hijos por qué e necesario establecer esa regla, porque de no cumplirla puede suceder algo malo en él o ella, en la familia, en el hogar, en la casa, en la escuela.

Si cuando estés leyendo este blog, sientes que has fallado como padre o madre, revísate y date el chance de ser mejor. Comienza a cambiar, si no sabes cómo, busca ayuda profesional o espiritual, habla con tus hijos, sin gritarles, respetándolos, no importa el tono con el que ellos te contesten, ten paciencia y muchas veces es mejor guardar silencio para estar listos para comenzar un nuevo dialogo. Los hijos, aunque tú los hayas traído al mundo, son hijos de la vida, se irán de casa algún día, a estudiar, se casaran, etc. Que maravilloso es cuando los hijos e hijas saben que al partir, tienen un lugar para volver en días festivos, en vacaciones, o cuando ellos quieran, porque saben que van encontrar amor y ternura en quienes los criaron. Y no te olvides de mantener una comunicación efectiva cuando ellos ya no estén en casa. Si ellos no te llaman, llamarlos tú, no para reclamarles por qué ellos no te han llamado, sino para decirles cuanto los amas y extrañas, envíales un mensaje de texto, aunque no lo contesten. La perseverancia en esto, en demostrar que si les importa, hará que te devuelvan ese cariño cuando estén listos, en caso que antes no haya sido demostrado.

Con cariño, tu amiga Coach Jeannine Palacios