Los hijos demandan mucha atención y los padres y madres están tan ocupados que muchas veces no les prestan la atención necesaria. Posteriormente pueden venir los problemas y los padres se preguntan ¿Qué pasó aquí? Y lo peor es que muchas veces comienzan a culpar a los hijos o a su pareja por los problemas que aparecen.
Los hijos necesitan sentirse atendidos, escuchados, aunque lo que te digan no te guste. Los hijos hacen y podrán hacer lo que te vean hacer, por eso es tan importante dar un buen ejemplo.
Muchas veces los padres no son cariñosos porque cuando eran niños no recibieron caricias de sus propios padres, tal vez nunca escucharon un te amo de parte de ellos; tal vez nunca una madre le cepillo el pelo a su hija, o el padre nunca jugo a la pelota con su hijo, tal vez nunca jugaron un juego de mesa, o siempre estaban discutiendo una Navidad o en otro tipo de celebraciones. Yo diría que eso es el peor maltrato psicológico que los padres pueden hacerle a sus hijos, no darles cariño, no ocuparse de su salud, de su bienestar, no escucharlos. Los hijos necesitan tanto de sus padres y muchas veces solo están esperando que sus hijos sean más responsables, exigiéndoles con gritos, con ofensas, dañando su autoestima. Otras veces descargan el estrés contra ellos, el estrés producto del trabajo, por problemas con la pareja, por un divorcio, por problemas económicos, etc.
Te invito a que establezcas una mejor comunicación con tus hijos, escúchalos mostrando interés. Si estás ocupado cuando ellos te hablan, deja lo que estás haciendo y escúchalos, tienes que estar ahí para ellos, para que puedan confiar en vos. Abrázalos, aunque ellos no te devuelvan el abrazo, bésalos, acarícialos, haz algo divertido con ellos. Exígeles disciplina con amor, promueve la responsabilidad con paciencia. Negocia las reglas, haciéndoles ver con amor el porque es necesario cumplirlas, por el bien común.
Aprovecha las vacaciones de tus hijos (as) y cada día para acercarte más a ellos y establecer una mejor comunicación. Que no se te olvide abrazarlos y decirles lo mucho que los amas.
Con cariño, Jeannine Palacios.